La noche los sorprendió entre sabanas con la bella música que toda la tarde adornó sus risas, tierno romance dulces caricias. Dos corazones latiendo al mismo ritmo se regalaron las fresas de sus vidas, ella aprendió su rostro con miradas con caricias. Una fuerte brisa los sorprendió al cruzar la puerta... brisa que pareció fugaz con el calor de un beso de un abrazo; perdidos en dulces miradas sacaron el amor de sus bolsillos riendo felices como un par de chiquillos. Brezza 29/03/2009
Escribo el corazón inquieto y la voz del silencio.